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La Creación Como Manifestación de lo Divino en el Mundo

Creado el: 1 de junio de 2025

La creación es la voz de Dios en el mundo. — Rainer Maria Rilke
La creación es la voz de Dios en el mundo. — Rainer Maria Rilke

La creación es la voz de Dios en el mundo. — Rainer Maria Rilke

La Voz de Dios y la Experiencia Humana

Rilke sostiene que la creación—todo lo que nos rodea en la naturaleza y el arte—es la forma en que la voz de Dios resuena en nuestra experiencia cotidiana. En otras palabras, no es necesario buscar mensajes divinos en murmullos abstractos o revelaciones sobrenaturales: la existencia misma, con sus paisajes, criaturas y fenómenos, es ya un lenguaje. Así, el bosque, la montaña o una obra de arte se transforman en expresiones tangibles de lo sagrado entre nosotros.

De la Tradición Mística a la Modernidad

Este entendimiento conecta con la larga tradición mística que asemeja la creación material a un espejo que refleja lo divino, como San Francisco de Asís, quien veía huellas de Dios en cada criatura. Sin embargo, Rilke, escribiendo a fines del siglo XIX y principios del XX, reinterpreta esta visión para una era secular, invitándonos a percibir lo trascendente en lo ordinario. Así, la espiritualidad deja de estar limitada a ámbitos religiosos y permea la vida diaria.

El Arte y la Inspiración Creativa

En este sentido, la afirmación de Rilke resuena con su propia práctica poética. Para él, el arte no es únicamente producto del esfuerzo humano, sino un canal a través del cual se manifiesta una voz superior. Muchos artistas han sentido esta inspiración casi ajena a su voluntad, como relata Beethoven al describir la música como ‘el reflejo de lo divino’. Así, la creación artística se convierte en una colaboración misteriosa entre la humanidad y una fuerza trascendente.

Naturaleza y Reverencia Contemporánea

El énfasis en la creación natural como voz divina cobra nueva relevancia en contextos actuales de crisis ambiental. Al percibir la naturaleza como portadora de un mensaje profundo, surge una nueva ética de cuidado y respeto. Tal como Rachel Carson argumentó en ‘Primavera Silenciosa’ (1962), reconocer la maravilla en el entorno impulsa una responsabilidad moral, recordándonos que destruir la naturaleza es silenciar, en cierto modo, la voz de Dios en la Tierra.

Implicaciones Espirituales y Éticas

Finalmente, entender la creación como voz de Dios redefine nuestra relación con el mundo y con los demás. Nos invita a una actitud de escucha y humildad, abiertos a los mensajes ocultos en las formas, colores y sonidos que nos rodean. Así, cada encuentro con lo creado se convierte en una oportunidad para la contemplación y el asombro, haciendo de la vida cotidiana un espacio sagrado donde la voz divina sigue hablando, si sabemos escucharla.