Abrazar lo Desconocido como Camino de Transformación
Creado el: 17 de junio de 2025

Salir por la puerta hacia lo desconocido es abrazar la posibilidad del cambio. — Thich Nhat Hanh
El Primer Paso: Apertura ante lo Desconocido
La frase de Thich Nhat Hanh nos impulsa a contemplar el acto de cruzar la puerta —una metáfora poderosa del inicio de cualquier transformación personal. Abandonar lo familiar supone un reto para la mente humana, naturalmente orientada a buscar seguridad. Sin embargo, atreverse a salir por esa ‘puerta’ significa abrirse voluntariamente a nuevos horizontes y experiencias.
El Cambio como Oportunidad, no como Amenaza
Continuando con esta idea, Hanh sitúa el cambio en el centro del crecimiento. Por lo general, el cambio suscita miedo porque implica incertidumbre, pero aquí se nos invita a reinterpretarlo como posibilidad. Tal como relata Viktor Frankl en ‘El hombre en busca de sentido’ (1946), el modo en que respondemos a lo incierto puede convertir el sufrimiento en oportunidad si lo abrazamos con apertura y valentía.
Práctica de la Atención Plena en el Proceso
El linaje budista de Thich Nhat Hanh concede un papel fundamental a la atención plena como herramienta para transitar lo desconocido. Mediante la práctica del mindfulness, es posible observar los propios miedos y reacciones sin juicio, lo cual facilita una actitud receptiva ante el cambio y disminuye la resistencia interna, como se enfatiza en la obra ‘El milagro de mindfulness’ (1975) del propio Hanh.
Ejemplos de Cambios Transformadores
A lo largo de la historia, los grandes avances personales y sociales han surgido de individuos dispuestos a cruzar puertas simbólicas. Nelson Mandela, al salir de prisión, abrazó la posibilidad de una nueva Sudáfrica, transformando no solo su vida sino la de todo un país. Así, las transiciones más significativas suelen emerger en el contacto directo con lo incierto.
Integrar lo Desconocido en la Vida Cotidiana
Finalmente, la invitación de Thich Nhat Hanh no exige grandes gestos: cada día está colmado de pequeñas puertas que podemos elegir cruzar. Desde cambiar de ruta al trabajo hasta iniciar una nueva conversación, la disposición a lo inesperado revitaliza la existencia. Así, abrazar lo desconocido deviene no solo un acto de coraje, sino también la fuente fundamental de nuestro desarrollo genuino.