La Fe y la Perseverancia Abren Puertas Ocultas
Creado el: 18 de junio de 2025

Llama y la puerta se abrirá. — Proverbio islámico
El valor simbólico de llamar
El proverbio islámico 'Llama y la puerta se abrirá' emplea la metáfora de llamar a una puerta para expresar la importancia de la acción intencionada. Así como quien busca una respuesta debe atreverse a tocar, cada envío de esperanza o pregunta sincera ante lo desconocido implica un primer paso vital — una manifestación activa de deseo y voluntad.
La fe como motor fundamental
A partir de este acto de llamar, emerge la fe como combustible indispensable. En la tradición islámica, así como en otras religiones monoteístas, se alienta a los creyentes a confiar en que sus esfuerzos resonarán en lo divino. Por ejemplo, en el Corán (2:186), Dios invita a la súplica asegurando Su cercanía, enfatizando que la apertura de puertas depende, primero, de esa confianza arraigada en el corazón.
La perseverancia frente a los obstáculos
Sin embargo, muchas puertas parecen resistirse a abrirse de inmediato. Aquí, la perseverancia juega un papel central. Al igual que en la historia sufí de Rabia al-Adawiyya, cuya búsqueda espiritual requirió años de devoción continua antes de hallar paz interior, el proverbio recuerda que insistir —aunque la respuesta tarde— es signo de verdadera fe y determinación.
Resonancias universales y filosóficas
Esta enseñanza no es exclusiva del Islam. Filósofos como Séneca sugerían que 'la suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad', reforzando la idea de que, tras cada 'llamada', existe la posibilidad de un nuevo comienzo. Así, la universalidad del proverbio se confirma en la literatura y el pensamiento global, donde la acción proactiva es casi siempre premiada.
Impulsar el crecimiento personal mediante el intento
Finalmente, al poner en práctica el consejo de ‘llamar’, se enciende una transformación interna. Cada puerta representa un desafío y una oportunidad para descubrir capacidades ocultas. En última instancia, aún si algunas puertas no se abren, el acto de buscar y llamar fortalece la voluntad y propicia el crecimiento personal, dotando de sentido y madurez al camino espiritual y existencial.