Persistencia en las Metas, Flexibilidad en el Camino
Creado el: 19 de junio de 2025

Sé terco con tus metas y flexible con tus métodos. — Desconocido (atribuido a Joyce Meyer, pero no seguro)
La importancia de la determinación
El comienzo de cualquier proyecto está marcado por la claridad de un objetivo. Ser terco con nuestras metas implica un compromiso inquebrantable con el destino que deseamos alcanzar. Esta terquedad positiva, lejos de ser obstinada, actúa como un faro incluso cuando las circunstancias se vuelven adversas. Como mostró Viktor Frankl en 'El hombre en busca de sentido' (1946), mantener en mente un propósito ayuda a superar las pruebas más difíciles.
La adaptabilidad como clave del éxito
Sin embargo, la terquedad en las metas solo es efectiva si se acompaña de flexibilidad en los métodos. La vida es impredecible, y los obstáculos exigen creatividad y apertura al cambio. Así como Thomas Edison probó cientos de filamentos antes de dar con la bombilla eléctrica, cambiar de estrategia ante el fracaso es señal de inteligencia, no de debilidad.
El equilibrio entre persistencia y flexibilidad
No es sencillo equilibrar la determinación con la adaptabilidad, pero hacerlo permite avanzar con eficacia. Aquellos que insisten en un solo método corren el riesgo de estancarse, mientras que los que renuncian fácilmente a su meta pierden el rumbo. Mantener la vista fija en el objetivo y la mente abierta a nuevas ideas propicia el crecimiento continuo. Así lo demuestran ejemplos de innovación en el mundo empresarial, como la evolución de Netflix de un sistema de alquiler de DVD a una plataforma global de streaming.
Lecciones desde la experiencia cotidiana
Esta máxima se observa también en la vida cotidiana. Desde quienes entrenan para una maratón y adaptan sus rutinas ante una lesión, hasta estudiantes que cambian técnicas de estudio para rendir mejor en los exámenes. La capacidad de ajustar métodos sin perder de vista la meta potencia el aprendizaje y la resiliencia personal.
Aplicación en la toma de decisiones
Para concluir, adoptar esta actitud nos vuelve más estratégicos en la toma de decisiones. Al definir primero lo que no estamos dispuestos a sacrificar—nuestras metas—y luego experimentar con métodos alternativos, aprendemos tanto del éxito como del fracaso. En palabras atribuidas a Joyce Meyer, esta fórmula no solo inspira, sino que también ofrece un marco práctico para el crecimiento personal y profesional.