El Verdadero Milagro: La Magia de Lo Cotidiano
Creado el: 5 de julio de 2025

El milagro no es volar por el aire, ni caminar sobre el agua, sino caminar sobre la tierra. — Proverbio chino
Más Allá de los Grandes Prodigios
El proverbio chino nos invita a reconsiderar aquello que denominamos milagro. A menudo, la mente humana queda fascinada por hazañas extraordinarias: volar por el aire o caminar sobre el agua han sido, durante siglos, símbolos de poderes sobrenaturales reservados para héroes y santos. Sin embargo, la frase sugiere que lo realmente asombroso es algo mucho más cercano: caminar sobre la tierra.
El Valor de la Existencia Ordinaria
Al reflexionar sobre esta enseñanza, comprendemos que el milagro reside en la vida diaria. Estar vivos, experimentar el entorno y formar parte de la naturaleza ya constituye una maravilla en sí misma. Como expresó Thich Nhat Hanh, monje budista vietnamita, "el milagro no es caminar sobre el agua, sino caminar conscientemente sobre esta tierra verde". Esta visión transforma la percepción de nuestros actos cotidianos y los reviste de una nueva reverencia.
La Atención Plena como Camino al Asombro
Siguiendo esta línea, prácticas como el mindfulness resaltan la importancia de la atención plena y el aprecio por el presente. Meditar en el simple acto de caminar puede ser una experiencia transformadora, como relatan distintas tradiciones espirituales orientales. Así, lo que a primera vista parece común, bajo una mirada atenta y agradecida, se torna en una fuente inagotable de milagros.
Comparaciones Culturales y Valores Universales
Otros textos sagrados y filosóficos también realzan el valor de lo simple. Por ejemplo, en la Biblia, el maná diario simboliza el sustento milagroso pese a su apariencia modesta. Asimismo, en la literatura occidental, Marcel Proust destaca cómo el milagro puede hallarse en una magdalena mojada en té. Estas comparaciones muestran que la apreciación de lo cotidiano es un tema transversal en la experiencia humana.
Reconocer la Tierra Bajo Nuestros Pies
En conclusión, la sabiduría del proverbio nos conduce a replantear nociones de maravilla y milagro. Reconocer la tierra bajo nuestros pies, sentir la vida en cada paso, es un acto de gratitud y asombro. De este modo, nos reconciliamos con nuestra propia existencia y con el mundo, descubriendo que lo extraordinario no está en los prodigios inalcanzables, sino en el milagro constante de simplemente ser.