Ser Dueños de Nuestro Destino: Libertad y Responsabilidad
Creado el: 11 de julio de 2025

Debes ser el dueño de tu propio destino. — Vasily Grossman
La Esencia del Autogobierno
Vasily Grossman, en su poderosa afirmación, nos confronta con la idea fundamental de ser dueños de nuestro propio destino. Esta declaración pone en primer plano el principio de autogobierno, según el cual cada individuo debe tomar las riendas de su vida en vez de cederlas a fuerzas externas. Así, la cita invita a reflexionar sobre la importancia de la autonomía personal como base para la realización y felicidad auténticas.
Libertad en Contextos Adversos
Sin embargo, Grossman escribió estas palabras en un contexto marcado por totalitarismos y restricciones colectivas, como reflejado en su obra ‘Vida y destino’ (1960). Enfrentado a sistemas que limitaban la libertad individual, su mensaje adquiere una gravedad especial: incluso bajo opresión, la decisión de asumir el control sobre la dirección de nuestra existencia es un acto de resistencia y reivindicación personal.
El Precio de la Responsabilidad
Asumir la propiedad de nuestro destino implica aceptar la responsabilidad sobre nuestras decisiones y sus consecuencias. Esta perspectiva, cercana al existencialismo de Sartre, sostiene que la libertad verdadera no es simple; más bien, conlleva el peso de elegir y afrontar errores. De esta manera, la autodeterminación se convierte en una carga y un privilegio, marcando la madurez del individuo.
Inspiración en la Literatura Universal
A lo largo de la literatura universal, la idea de forjar el propio camino aparece como motor de grandes relatos. Ulises en la ‘Odisea’ de Homero persiste en su regreso a Ítaca guiado por su determinación. De igual forma, los personajes de Grossman se ven forzados a decidir en circunstancias extremas, recordándonos que el control del destino, aunque amenazado, nunca pierde su relevancia vital.
De la Reflexión Personal a la Acción Social
Por último, este llamado a ser dueños del destino nos impulsa a actuar tanto en el plano personal como colectivo. Cuando las personas asumen su libertad con responsabilidad, su ejemplo puede transformar familias, comunidades y, en última instancia, sociedades enteras. Así, el mensaje de Grossman trasciende la experiencia individual y se convierte en una invitación a construir un futuro elegido, no impuesto.