Reconstruir comienza aquí: el poder del presente
Creado el: 12 de agosto de 2025

Para reconstruir, empieza donde estás. — Pablo Neruda
Un imperativo de simplicidad
Al inicio, la frase de Neruda disuelve la excusa de esperar condiciones perfectas. “Empieza donde estás” no es una arenga grandilocuente, sino una brújula práctica: deja de imaginar el punto ideal de partida y reconoce el terreno bajo tus pies. La reconstrucción, sugiere, no nace de un plan omnisciente, sino de un primer gesto posible. Así, la poesía se vuelve método: al nombrar el lugar y el ahora, nos devuelve agencia. Con esa lucidez, el poeta convierte la urgencia en un orden claro de trabajo: aquí, hoy, con lo que hay. Esta premisa, además, prepara el tránsito del pensamiento a la acción, porque cambia el foco de la carencia a los recursos disponibles; y con ello, abre el camino para que lo simbólico se vuelva cotidiano y concreto.
De la poesía a lo cotidiano
A partir de esa clave, la vida diaria ofrece un laboratorio inmediato. Reconstruir una relación comienza con una conversación honesta hoy; sanear unas finanzas, con registrar un gasto ahora; recuperar salud, con diez minutos de movimiento esta tarde. La filosofía del kaizen —mejora continua a partir de pasos pequeños— encarna esa ética del presente, pues convierte el progreso en una secuencia sostenible. Al mismo tiempo, cada microacción ajusta el entorno y la identidad: hacemos y, al hacerlo, nos percibimos capaces. De este modo, la frase de Neruda deja de ser consigna y deviene en rutina que acumula efectos. Y como toda rutina crea inercia, pronto el siguiente paso se vuelve más probable que la inacción. Desde lo doméstico, por tanto, se ensaya una política íntima del cambio.
Ciudades que se levantan desde adentro
En el terreno de la ciudad, la reconstrucción también comienza con lo que está a mano. Tras el terremoto y tsunami de 2010, Constitución (Chile) optó por un “Parque de Mitigación” diseñado por ELEMENTAL, el equipo de Alejandro Aravena: en lugar de muros descomunales, un bosque y espacio público que absorben energía y devuelven la ribera a la gente. Se partió de la geografía, los flujos del río y el conocimiento local, rehaciendo la relación entre comunidad y paisaje. Así, la infraestructura se volvió una pedagogía de la convivencia con el riesgo. Esta lógica, además, encadena beneficios: proteger no sólo es defenderse, sino crear valor social y ecológico en el proceso. De la escala del barrio se proyecta una ciudad más habitable, mostrando que empezar “donde estás” significa leer con rigor el lugar que te sostiene.
Restauración ecológica con pasos cercanos
Asimismo, los ecosistemas demuestran que lo pequeño, bien situado, dispara transformaciones. Los microbosques de método Miyawaki —plantaciones densas de nativas en parcelas reducidas— restauran suelos y biodiversidad en pocos años porque aprovechan la biología del sitio. A escala territorial, la rehabilitación de la meseta de Loess en China mostró que iniciar con terrazas, cobertura vegetal y manejo comunitario del agua podía revertir la erosión masiva y mejorar medios de vida. En ambos casos, el punto de partida no fue un lienzo en blanco, sino suelos, semillas y saberes disponibles. Al intervenir donde hay mayor palanca —una ladera, un borde de río, una escuela— la naturaleza responde con retroalimentaciones positivas. De este modo, el consejo de Neruda se vuelve estrategia ecológica: actuar aquí genera las condiciones para actuar mejor después.
Psicología de la resiliencia inmediata
En el plano psicológico, la Terapia de Aceptación y Compromiso y la terapia cognitivo-conductual coinciden en un principio operativo: enfoca lo controlable y elige la siguiente acción valiosa. Viktor Frankl, en El hombre en busca de sentido (1946), subraya que incluso en la adversidad extrema, la elección inmediata de una actitud con sentido es el primer acto de reconstrucción. Ese giro del “por qué me pasa” al “qué puedo hacer ahora” reduce la parálisis y alimenta la autoeficacia. Además, las decisiones presentes reescriben la narrativa personal: cada acto coherente confirma que el cambio es posible. Así, la resiliencia deja de ser un rasgo y se vuelve una práctica repetida, donde el aquí y el ahora funcionan como ancla y palanca a la vez.
Liderazgo y estrategia bajo presión
Por último, en situaciones límite, comenzar con lo disponible salva vidas. En Apollo 13 (1970), ingenieros y astronautas improvisaron un filtro de CO₂ con materiales a bordo, demostrando que la creatividad se activa cuando el punto de partida es innegociable. Del mismo modo, las metodologías ágiles proponen ciclos cortos y productos mínimos viables: se aprende en marcha, porque aprender temprano reduce riesgos. Este liderazgo reconoce que la claridad perfecta nunca llega; en cambio, la claridad suficiente aparece tras el primer paso. Al encadenar resultados pequeños y visibles, se construye confianza colectiva y se adquiere información real del entorno. Así, el dictum de Neruda se convierte en disciplina estratégica: iniciar aquí y ahora no es resignación, sino la forma más rápida de llegar a un mejor allí y entonces.