El conocimiento se conserva más o menos tan bien como el pescado. — Alfred North Whitehead
Creado el: 2 de mayo de 2025

El conocimiento se conserva más o menos tan bien como el pescado. — Alfred North Whitehead
Caducidad del Conocimiento
Whitehead compara el conocimiento con el pescado aludiendo a su naturaleza perecedera. Así como un pescado se descompone rápidamente si no se consume o preserva adecuadamente, las ideas y teorías pueden volverse obsoletas con el tiempo. En 'La estructura de las revoluciones científicas' (Kuhn, 1962), se ilustra cómo los paradigmas científicos se reemplazan cuando surgen mejores explicaciones, mostrando la fragilidad temporal del saber.
Importancia de la Actualización
La frase resalta la necesidad de mantener el conocimiento actualizado. El avance tecnológico y científico impone la revisión continua de lo que se da por cierto. Por ejemplo, los médicos del siglo XIX usaban técnicas hoy consideradas peligrosas, como la sangría, que William Osler criticó en sus textos médicos a principios del siglo XX.
Transmisión y Conservación del Saber
No toda forma de conocimiento se transmite bien a lo largo del tiempo. En la Antigua Biblioteca de Alejandría, gran parte del saber se perdió debido a la falta de métodos eficaces de conservación y copia, evidencia según Luciano Canfora en 'La biblioteca desaparecida' (1986), recordando la vulnerabilidad del acervo cultural.
Relatividad y Contexto del Conocimiento
El valor del conocimiento depende de su contexto, así como el pescado fresco solo es valioso cuando se emplea a tiempo. Las reglas matemáticas que Newton desarrolló, por ejemplo, fueron revolucionarias en el siglo XVII, pero resultaron insuficientes para describir fenómenos relativistas en el siglo XX, tal como detalla Walter Isaacson en 'Einstein: Su vida y universo' (2007).
El Escepticismo y la Revisión Crítica
Whitehead sugiere un escepticismo saludable hacia el conocimiento establecido, promoviendo el cuestionamiento y la revisión. Esto se observa en la filosofía de Karl Popper, quien propone la falsabilidad como criterio para el avance del saber científico, enfatizando que debemos estar siempre dispuestos a desechar ideas 'pasadas de fecha'.