El Arte de Distinguir lo Que Podemos Controlar
Creado el: 3 de mayo de 2025

La alegría y la libertad comienzan con una comprensión clara de un principio: algunas cosas están bajo nuestro control y otras no. — Epicteto
El Principio Fundamental de Epicteto
Epicteto, destacado filósofo estoico, sostiene que la base de la alegría y la libertad radica en reconocer qué aspectos de nuestra vida controlamos y cuáles no. Esta enseñanza, expuesta en sus “Disertaciones” y el “Enchiridion” (siglo II d.C.), invita a priorizar nuestro esfuerzo solo en lo que está a nuestro alcance, liberándonos así del sufrimiento impuesto por deseos inalcanzables.
La Fuente de la Tranquilidad Interior
Al entender y aceptar este principio, damos el primer paso hacia la tranquilidad interior. Los estoicos enfatizaban que emociones negativas como la ansiedad o la frustración suelen surgir cuando intentamos dominar factores externos: los pensamientos y acciones de otros, el pasado, o el azar. Reconocer nuestros límites nos permite direccionar la energía a lo que verdaderamente depende de nosotros, fomentando serenidad y autocontrol.
Libertad Verdadera: Autonomía de la Mente
Epicteto argumentaba que, si bien el entorno es impredecible, somos libres en nuestro juicio, actitud y respuesta. Esta autonomía mental constituye la auténtica libertad, desatando el potencial para actuar con dignidad y coherencia, incluso bajo presión. Así, figuras históricas como Nelson Mandela han testimoniado cómo esta perspectiva puede dar fuerza ante la adversidad, como sucedió durante su encarcelamiento político.
Diferenciar lo Interno y lo Externo
Para facilitar esta distinción, los estoicos proponen separar lo ‘interno’ (pensamientos, actitudes, deseos) de lo ‘externo’ (circunstancias, acciones de otros, reconocimiento). Esta práctica ha influido también en enfoques modernos como la Terapia Cognitivo-Conductual, que ayuda a las personas a responder hábilmente ante situaciones difíciles enfocándose en su propio comportamiento y percepción.
De la Teoría a la Práctica: Ejercicios Cotidianos
Adoptar el principio de Epicteto requiere entrenamiento constante. Muchos practican revisando a diario qué eventos controlaron y cuáles no, cultivando así aceptación ante lo inevitable y fortaleza para cambiar lo posible. De este modo, como enseñó Viktor Frankl en su obra ‘El hombre en busca de sentido’ (1946), incluso en circunstancias extremas, la libertad última reside en nuestra actitud ante los hechos.