El propósito: la luz invisible que guía nuestro andar
Creado el: 20 de mayo de 2025

El propósito enciende el camino donde las huellas son invisibles. — Sheila Heti
El motor intangible del propósito
Sheila Heti sugiere que el propósito tiene el poder de iluminar senderos incluso cuando las señales concretas parecen escasas o inexistentes. En muchos momentos de incertidumbre, sentimos que toda referencia externa desaparece y, sin embargo, una motivación interna nos impulsa a continuar. Así, el propósito se convierte en una brújula silenciosa capaz de sostenernos en los momentos en que la realidad exterior no ofrece respuestas evidentes.
Caminos ocultos y descubrimientos personales
Continuando con la idea de los caminos invisibles, es común que las rutas más significativas de nuestra vida no estén marcadas claramente desde el inicio. Como relata Elizabeth Gilbert en ‘Big Magic’ (2015), muchos artistas y pensadores solo encontraron claridad en retrospectiva, guiados por una pasión que no siempre comprendían del todo. Es el propósito sentido, más que los mapas preexistentes, lo que lleva al descubrimiento personal y profesional.
La resiliencia ante lo incierto
Avanzando en esta reflexión, tener un propósito refuerza nuestra resiliencia frente a la incertidumbre. Viktor Frankl, en ‘El hombre en busca de sentido’ (1946), describe cómo el sentido de propósito puede sostener a las personas incluso en medio del sufrimiento más extremo. Allí donde toda esperanza parece desaparecer, la convicción interna permite seguir dando pasos, aunque no existan huellas que seguir.
El papel silencioso de la intención
Asimismo, la cita de Heti nos invita a considerar cuánto de nuestro avance sucede gracias a decisiones pequeñas, guiadas por la intención. Como observa la filósofa Martha Nussbaum, las grandes transformaciones suelen gestarse silenciosamente, a partir de la decisión de actuar en favor de lo que consideramos valioso, aún cuando nadie más vea el camino que elegimos transitar.
Cosechando frutos en caminos no trazados
Finalmente, el trayecto iluminado por el propósito no se mide por la claridad de las huellas, sino por el crecimiento personal que permite. Aquellos que avanzan guiados por una convicción profunda tienden a mirar hacia atrás y descubrir un sendero que, aunque invisible al principio, fue construido con cada decisión fiel a su propósito. Así, la vida se convierte en una travesía única, forjada por la luz interior que Sheila Heti tan bellamente evoca.