El Camino del Crecimiento: Abrazando la Incomodidad
Creado el: 22 de mayo de 2025

Para avanzar, primero debes estar dispuesto a sentirte incómodo. — Brené Brown
La incomodidad como preludio al cambio
Brené Brown nos invita a comprender que el progreso personal o profesional rara vez ocurre desde una zona de comodidad. Al señalar que avanzar requiere disposición a sentirse incómodo, plantea que la incomodidad no es un obstáculo, sino la antesala necesaria para el desarrollo. En sintonía, psicólogos como Carl Rogers han argumentado que el crecimiento genuino ocurre cuando una persona enfrenta situaciones fuera de lo habitual, dando lugar a nuevas perspectivas y aprendizajes.
Vulnerabilidad: el motor de la transformación
Siguiendo esta línea, la incomodidad suele estar acompañada del acto de mostrarnos vulnerables. Según Brown en su libro *Daring Greatly* (2012), exponerse emocionalmente implica riesgo e incertidumbre, pero también es la única vía hacia una vida auténtica y plena. Así, al abrazar esa vulnerabilidad, habilitamos el espacio necesario para la creatividad, la innovación y la empatía.
Lecciones desde la práctica educativa
Esta verdad se refleja con claridad en el ámbito educativo, donde los estudiantes que salen de su zona de confort enfrentan retos y, como consecuencia, logran aprendizajes significativos. Por ejemplo, enfrentarse al temor de hablar en público o de cometer errores ante sus compañeros no solo potencia habilidades sociales, sino que fortalece la autoestima. Como apunta Paulo Freire en *Pedagogía del oprimido* (1970), el aprendizaje profundo suele nacer del diálogo y la confrontación de ideas novedosas, procesos a menudo incómodos.
Resiliencia ante la adversidad
Por otro lado, aceptar la incomodidad como parte natural del avance fomenta la resiliencia. Aquellas personas que asumen los desafíos y toleran el malestar momentáneo, suelen desarrollar mayor tolerancia a la frustración y flexibilidad frente a los cambios. Así, cada situación incómoda se transforma en una oportunidad para fortalecer el carácter, preparándonos para futuros desafíos.
Un ciclo continuo de autotransformación
Finalmente, reconocer que el crecimiento exige atravesar la incomodidad nos permite ver la vida como un proceso dinámico de autotransformación. Cada pequeño paso dado en terreno desconocido refuerza la confianza en nuestras capacidades y nos motiva a seguir desafiándonos. En suma, como enseña Brené Brown, la incomodidad es aliada y guía: al aceptarla, abrimos la puerta al desarrollo genuino.