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El Valor de Vivir Entre Comienzos y Finales

Creado el: 22 de mayo de 2025

Los comienzos suelen dar miedo, y los finales suelen ser tristes, pero todo lo que ocurre entre medi
Los comienzos suelen dar miedo, y los finales suelen ser tristes, pero todo lo que ocurre entre medias es lo que hace que valga la pena vivir. — Bob Marley

Los comienzos suelen dar miedo, y los finales suelen ser tristes, pero todo lo que ocurre entre medias es lo que hace que valga la pena vivir. — Bob Marley

El temor ante los comienzos

Bob Marley nos invita, con sus palabras, a reflexionar sobre la ansiedad que suele acompañar a los inicios. Los primeros pasos de cualquier viaje—ya sea un nuevo trabajo, una amistad o un proyecto—frecuentemente generan inseguridad e incertidumbre. Esta reacción se debe al miedo a lo desconocido y al riesgo de fracaso, algo documentado tanto en relatos personales como en la literatura universal. Por ejemplo, en 'El Principito' de Antoine de Saint-Exupéry, el protagonista se enfrenta al temor de descubrir nuevos mundos, subrayando que es natural sentir nerviosismo cuando emprendemos algo distinto.

La tristeza de los finales

Siguiendo el hilo, Marley también menciona lo inevitablemente dolorosos que suelen ser los finales. Perder a un ser querido, terminar una etapa vital o despedirse de algo significativo puede sumirnos en la melancolía. Sin embargo, estos desenlaces forman parte intrínseca de la experiencia humana. Como muestra la obra 'Cien años de soledad' de Gabriel García Márquez, el ciclo de la vida se compone de despedidas y pérdidas, las cuales, aunque tristes, nos permiten evolucionar y apreciar lo vivido.

La riqueza del trayecto

No obstante, Marley resalta que el verdadero sentido reside en lo que sucede entre el comienzo y el final. Es en ese tramo 'intermedio' donde se acumulan nuestras historias, relaciones y aprendizajes. Las anécdotas cotidianas, los logros y hasta los retos conforman el tapiz vital que nos da identidad. Al igual que en el viaje de Ulises en la 'Odisea' de Homero, las verdaderas lecciones y gozos no hablan del destino, sino de lo aprendido y experimentado durante el camino.

Aprender a valorar el presente

Esta reflexión nos lleva, a su vez, a la importancia de vivir el presente con plenitud. Cuando dejamos de preocuparnos tanto por cómo empieza o termina algo, cada instante cobra un valor especial. La psicología moderna promueve el 'mindfulness', es decir, la atención plena en el momento, como clave para el bienestar emocional. De esta manera, cada escena, palabra y gesto adquiere significado, relegando el miedo y la tristeza a un segundo plano.

Una filosofía de vida apreciativa

En resumen, la enseñanza de Marley se transforma en una filosofía de vida: abrazar los comienzos pese al miedo, aceptar los finales sin perder la esperanza, pero, sobre todo, dedicar nuestra energía a saborear el proceso. Así, tal como refleja el poema 'Caminante, no hay camino' de Antonio Machado, cada paso importa más que el punto de partida o la meta final. Es ese intervalo entre ambos polos lo que, finalmente, hace que valga la pena vivir.