Convertirse en Fuerza Activa: Más Allá de la Reacción
Creado el: 24 de mayo de 2025

Actúa como una fuerza de la naturaleza, no como una reacción a ella. — Rollo May
La Diferencia Entre Ser Agente y Ser Reacción
El aforismo de Rollo May nos invita a pasar de una existencia puramente reactiva a una proactiva. En lugar de limitarnos a responder a los estímulos que recibimos del mundo, el autor propone que seamos una fuerza de la naturaleza por derecho propio. Esta distinción sitúa el control de la vida en manos del individuo, recordando que la autonomía empieza en el momento en que decidimos actuar y no sólo reaccionar.
Contexto Existencialista: Creando Significado
El pensamiento de Rollo May se nutre del existencialismo, una corriente que enfatiza la creación activa de sentido en la vida. En obras como 'El hombre en busca de sí mismo' (1953), May sostiene que no estamos condenados a una pasividad resignada ante las circunstancias, sino que podemos, incluso debemos, elegir nuestro modo de ser ante el mundo. Esta llamada desafía la tendencia a quedarnos atrapados en la comodidad del automatismo y nos exhorta a ser partícipes creativos de nuestra propia existencia.
Ejemplos en la Historia: Agentes de Cambio
La historia está repleta de figuras que encarnaron esta fuerza transformadora. Por ejemplo, figuras como Nelson Mandela no se limitaron a reaccionar frente a la opresión, sino que convirtieron su convicción en motor de transformación social. Su legado evidencia cómo, al actuar desde principios internos, se puede alterar el propio curso de los acontecimientos, influyendo y reconfigurando todo el entorno.
Implicaciones Personales y Psicológicas
Desde el punto de vista psicológico, asumir un papel activo implica empoderarse ante los desafíos. En situaciones cotidianas, quienes actúan desde la iniciativa propia suelen experimentar mayor satisfacción y sentido de propósito, tal como demuestran investigaciones sobre la psicología positiva. En vez de sentirnos arrastrados por los acontecimientos, podemos, como sugiere May, convertirnos en auténticos agentes de cambio en nuestra propia vida.
El Equilibrio con la Naturaleza y la Responsabilidad Ética
Por último, May no aboga por dominar la naturaleza de forma arrogante, sino por integrarnos con ella como una fuerza consciente y responsable. Así como el río esculpe el paisaje sin perder su esencia, nosotros también podemos modelar nuestras vidas y comunidades. Este enfoque lleva implícita una ética: la invitación a no ser simples productos del entorno, sino constructores conscientes de nuestras realidades, capaces de marcar diferencia allá donde elijamos actuar.