Site logo

La Ilusión de Superioridad entre Generaciones

Creado el: 27 de junio de 2025

Cada generación se imagina a sí misma más inteligente que la anterior y más sabia que la que viene d
Cada generación se imagina a sí misma más inteligente que la anterior y más sabia que la que viene después. — George Orwell

Cada generación se imagina a sí misma más inteligente que la anterior y más sabia que la que viene después. — George Orwell

La percepción comparativa entre generaciones

George Orwell resume en su cita una tendencia humana universal: cada generación suele pensar que ha superado intelectualmente a la anterior y que, al mismo tiempo, tiene mayor juicio que las generaciones venideras. Este fenómeno puede observarse en conversaciones cotidianas y debates históricos, donde adultos critican los valores o costumbres de los jóvenes y, a su vez, se muestran orgullosos de haber superado los errores de sus progenitores.

Ecos históricos y literarios

Este tema no es exclusivo de la era moderna. En la antigua Grecia, Hesíodo ya se lamentaba en 'Los trabajos y los días' (siglo VIII a.C.) sobre el declive moral y la falta de respeto de las nuevas generaciones. Así, a través de los siglos, la costumbre de ensalzar el presente y menospreciar el pasado o el futuro recorre las páginas de la literatura y la filosofía, consolidando una especie de narcisismo generacional.

Psicología social de la autoimagen colectiva

A continuación, la psicología social aporta claves para entender este fenómeno. Según estudios sobre el sesgo de superioridad, como el descrito por David Dunning y Justin Kruger (1999), las personas tienden a sobrestimar sus propias capacidades en comparación con sus pares. Trasladando este sesgo al plano generacional, se explica la creencia de que ‘nosotros’ somos la cúspide del progreso, olvidando los condicionamientos históricos que influyeron en generaciones anteriores.

Implicaciones en la educación y el cambio social

Esta percepción influye directamente en la forma en que se transmiten valores y conocimientos. Frecuentemente, los adultos tienden a subestimar el potencial de los jóvenes para crear nuevas respuestas a los desafíos contemporáneos. Al mismo tiempo, pueden dejar de apreciar la sabiduría contenida en las experiencias de las generaciones pasadas, generando así una brecha que obstaculiza el diálogo productivo y la innovación social.

Reflexión y apertura intergeneracional

En última instancia, reconocernos en el espejo de este pensamiento orwelliano puede guiarnos hacia mayor humildad y colaboración entre generaciones. Comprender que todos somos tanto producto como causa de nuestras épocas permite reemplazar la presunción por la empatía y el interés por aprender de quienes nos preceden y suceden. Así, la sociedad se fortalece mediante el intercambio genuino de experiencias y perspectivas diversas.