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Propósito, Pasión y Perseverancia: El Círculo Virtuoso de la Motivación

Creado el: 27 de junio de 2025

El propósito alimenta la pasión, y la pasión alimenta la perseverancia. — Paulo Coelho
El propósito alimenta la pasión, y la pasión alimenta la perseverancia. — Paulo Coelho

El propósito alimenta la pasión, y la pasión alimenta la perseverancia. — Paulo Coelho

El origen del propósito

Todo gran viaje comienza con una razón significativa. Según Paulo Coelho, el propósito representa esa brújula interna que orienta nuestras decisiones y sueños. No es simplemente una meta, sino una convicción arraigada que le da sentido a nuestras acciones cotidianas. Desde tiempos antiguos, como refleja el mito del Camino de Santiago en ‘El Peregrino’, encontrar un propósito ha sido el motor detrás de las hazañas humanas más notables.

Cómo el propósito enciende la pasión

Una vez encontrado el propósito, surge la pasión, ese fuego interior que nos impulsa a avanzar incluso frente a la incertidumbre. Como Coelho destaca en su obra ‘El Alquimista’ (1988), seguir la ‘leyenda personal’ despierta una energía contagiosa y renovadora. Así, la pasión se convierte en el combustible esencial que da vida a nuestros días, transformando los desafíos en oportunidades e inyectando entusiasmo a cada paso del camino.

De la pasión a la perseverancia

No obstante, la pasión por sí sola no basta para alcanzar logros duraderos. Aquí es donde interviene la perseverancia, aquella capacidad de resistir y persistir frente a los obstáculos. Al combinarse con un propósito claro y una pasión viva, la perseverancia se fortalece; como enfatizan estudios en psicología positiva (Duckworth, 2016), las personas apasionadas por lo que hacen están mejor preparadas para superar fracasos y mantener la motivación a largo plazo.

Modelos ejemplares en la historia

A lo largo de la historia, figuras como Marie Curie o Nelson Mandela han encarnado este círculo virtuoso. El propósito de Curie por la ciencia alimentó una pasión tan intensa que, pese a la adversidad, nunca cesó en su investigación, conduciéndola a dos premios Nobel. De igual manera, Mandela se aferró a su propósito de justicia, encontrando en la pasión la fuerza para perseverar durante décadas de lucha.

Reflexiones para la vida cotidiana

Finalmente, para aplicar este principio en la vida diaria, es útil identificar aquello que realmente nos inspira. Plantearse preguntas honestas sobre motivaciones profundas puede ser el primer paso. A partir de ahí, cultivar pasión por ese propósito y no desistir en los momentos difíciles permite florecer en lo personal y profesional. Así, como señala Coelho, el vínculo entre propósito, pasión y perseverancia constituye la base de todo crecimiento auténtico.