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El Arte de Cantar Comienza con la Escucha

Creado el: 14 de julio de 2025

Cantar bien es escuchar bien. — Proverbio coreano
Cantar bien es escuchar bien. — Proverbio coreano

Cantar bien es escuchar bien. — Proverbio coreano

La Escucha como Fundamento de la Expresión

El proverbio coreano 'Cantar bien es escuchar bien' nos invita a reflexionar sobre la importancia de la escucha activa como prerrequisito para una expresión auténtica. Esta idea sugiere que antes de emitir nuestra propia voz, debemos primero adentrarnos en el mundo sonoro que nos rodea, interpretando matices, emociones y contextos. Así, la capacidad de escuchar con atención se convierte en la base sobre la que descansa toda manifestación artística verdadera.

Sabiduría en la Tradición Oral

Históricamente, muchas culturas han valorado la transmisión oral como medio para preservar historias, canciones y enseñanzas. En Corea, los cantantes de pansori—género musical tradicional—aprenden primero escuchando a sus maestros antes de atreverse a interpretar. Esta práctica recalca que la comprensión y la conexión profunda con lo que otros expresan es esencial para formar una voz propia, estableciendo así un vínculo entre generaciones a través de la escucha atenta.

La Escucha Empática en las Relaciones Humanas

Al expandir el sentido del proverbio fuera del ámbito musical, encontramos que la escucha constituye una herramienta vital en la comunicación humana. Según Carl Rogers, psicólogo humanista, la 'escucha empática' permite comprender los sentimientos y perspectivas ajenas, facilitando relaciones más sanas y genuinas. De igual manera que en el canto, captar las intenciones y emociones detrás de las palabras es el primer paso hacia respuestas más significativas y armoniosas.

Aplicaciones Prácticas en la Educación Musical

En la pedagogía moderna, los educadores musicales subrayan la importancia de escuchar activamente para formar intérpretes capaces y creativos. Ejercicios de audición, análisis de obras y atención a los matices de otros músicos enriquecen la interpretación y el sentido del ritmo, del tono y de la expresión. Así, la escucha se revela no solo como una habilidad pasiva, sino como una participación dinámica que potencia el arte del canto y de la música en general.

El Ciclo Virtuoso de Escuchar y Cantar

Finalmente, el proverbio nos recuerda que escuchar y cantar forman un ciclo virtuoso; al escuchar con sensibilidad, mejoramos nuestra capacidad de expresión, y al cantar, refinamos nuestra percepción auditiva. Este equilibrio trae a la mente la idea de la retroalimentación constante, donde quienes más escuchan desarrollan voces más auténticas y resonantes, perpetuando así la sabiduría inherente a la tradición coreana y universalizando su enseñanza para todos los ámbitos de la vida.