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El Viaje Interno del Deseo y la Espera Verdadera

Creado el: 29 de julio de 2025

Desear es esperar, y esperar es ya haber recibido. — Meister Eckhart
Desear es esperar, y esperar es ya haber recibido. — Meister Eckhart

Desear es esperar, y esperar es ya haber recibido. — Meister Eckhart

El deseo como impulso humano fundamental

Desde tiempos antiguos, el deseo ha sido reconocido como un motor esencial de la experiencia humana. Meister Eckhart, en su frase, nos invita a ver el deseo no como una simple carencia, sino como una fuerza que configura nuestra relación con el mundo. Platón en *El banquete* también plantea que el deseo es una aspiración hacia la belleza y el bien, manifestando su importancia universal en la construcción de significado personal.

Esperar: mucho más que un acto pasivo

Pero Eckhart va más allá al afirmar que desear es también esperar. Esta espera, lejos de ser una pasividad resignada, implica un acto consciente de apertura, una disposición activa hacia lo que está por llegar. Santa Teresa de Ávila, por ejemplo, describe en sus cartas cómo la espera espiritual se transforma en una actitud de vigilancia y confianza, subrayando la fecundidad de la espera como virtud.

La recepción interior: realización anticipada

La afirmación ‘esperar es ya haber recibido’ introduce una perspectiva en la que la satisfacción no depende necesariamente de la concreción externa del deseo. En la tradición mística de Eckhart, recibir no es tanto la adquisición de un objeto, sino la transformación interior que ocurre durante el proceso de anhelo y espera. Así, en la espera nace una experiencia de plenitud anticipada, donde la vivencia del deseo se convierte en su propia recompensa.

Ejemplos y ecos en la vida cotidiana

Esta visión se refleja en la vida diaria cuando, por ejemplo, nos preparamos con entusiasmo para un viaje soñado o un reencuentro. La anticipación misma nos colma de alegría, como si ya estuviéramos viviendo el momento futuro. Es un fenómeno reconocido por la psicología positiva, que sostiene que una parte significativa del bienestar reside en la expectativa y la preparación para eventos satisfactorios, no solo en el evento mismo.

Caminos hacia una satisfacción más profunda

En definitiva, Meister Eckhart nos invita a reconsiderar nuestra relación con el deseo y la espera. Reconociendo que en el acto de esperar habita ya la experiencia de recibir, podemos aprender a valorar y habitar el presente con mayor plenitud. Así, el ansia y la anticipación pierden su tono de carencia y se convierten en una fuente secreta de riqueza interior, tal como sugiere la tradición contemplativa occidental.