La Plenitud Frente a la Perfección: Una Sabiduría Práctica
Creado el: 7 de agosto de 2025

Busca ser completo, no perfecto. — Suzy Kassem
El Significado de la Completitud
La frase de Suzy Kassem invita a reflexionar sobre el ideal de ser 'completo' en lugar de perseguir la perfección absoluta. Completo implica abarcar todas las dimensiones de la experiencia y aceptar tanto los logros como las limitaciones, mientras que la perfección suele conducir a una búsqueda inalcanzable que genera ansiedad y frustración. Así, Kassem sugiere que el crecimiento personal radica en la integración y la aceptación, no en la exactitud impecable.
El Peligro de la Perfección
Profundizando en esta idea, la obsesión por la perfección puede volverse paralizante. En la literatura y en la vida real, muchos han caído en la trampa de querer corregir cada error antes de avanzar. El famoso escritor Leonardo da Vinci, eternamente insatisfecho con sus obras, representa cómo el perfeccionismo puede estancar el desarrollo de cualquier proyecto o meta. Elegir ser completo permite progresar y aprender durante el recorrido.
Lecciones desde la Filosofía Oriental
La sabiduría oriental, especialmente en el budismo y el taoísmo, resalta el valor de la aceptación de la imperfección. El concepto japonés de wabi-sabi ensalza la belleza de lo imperfecto y lo inacabado. De este modo, la exhortación de Kassem se enlaza con corrientes filosóficas que encuentran riqueza en lo ordinario y en la autenticidad de lo vivido, en lugar de en la aspiración inalcanzable de la perfección.
Implicaciones para la Vida Cotidiana
Aplicar esta perspectiva en la vida diaria transforma la manera en que enfrentamos desafíos y fracasos. Al priorizar la completitud, aceptamos el error como parte del proceso y como fuente relevante de aprendizaje. Este cambio de enfoque favorece una autoimagen más compasiva y nos anima a celebrar los avances, tal como señalan numerosos expertos en psicología positiva, como Martin Seligman.
Construyendo un Éxito Integral
Finalmente, buscar la completitud por encima de la perfección aporta una visión más sostenible del éxito. Las personas y organizaciones que adoptan este principio tienden a ser más resilientes y a fomentar un ambiente de colaboración y creatividad. Al aceptar la imperfección, se abren caminos para la innovación y la mejora constante, creando así un ciclo virtuoso de crecimiento y bienestar colectivo.