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Presentarse hoy, construir mañana: lección de El Saadawi

Creado el: 10 de agosto de 2025

El futuro lo construyen quienes se presentan hoy. — Nawal El Saadawi
El futuro lo construyen quienes se presentan hoy. — Nawal El Saadawi

El futuro lo construyen quienes se presentan hoy. — Nawal El Saadawi

Un llamado a la presencia activa

Nawal El Saadawi destila en una frase una ética de la acción: el futuro no es un regalo, sino el resultado acumulado de quienes deciden hacerse presentes. No basta con la opinión; hace falta el cuerpo, el tiempo y el riesgo. Su propia biografía testimonia esta convicción: médica y escritora, denunció estructuras patriarcales y autoritarias, y escribió 'Memorias de la cárcel de mujeres' (1983) tras su encarcelamiento en 1981. En 'Mujer en punto cero' (1975), la presencia de una mujer que narra su vida a contracorriente se convierte en acto político. Así, presentarse no es solo asistir; es intervenir. Con este punto de partida, podemos ver cómo la presencia sostenida, organizada y visible modifica el curso de lo común.

La presencia que cambia la historia

De este modo, las transformaciones colectivas emergen cuando el estar se vuelve acción pública. Hannah Arendt, en 'La condición humana' (1958), subraya que la acción es el ámbito donde lo nuevo puede surgir. Las plazas de El Cairo en 2011 mostraron cómo la reunión física redefine posibilidades políticas, y el gesto de Rosa Parks en 1955 evidenció que un asiento ocupado puede mover estructuras legales. Estos actos no fueron espontaneidad aislada, sino presencia repetida: turnos, logística, cuidado mutuo y relato. Por eso, presentarse hoy implica inscribirse en un tejido que convierte el coraje individual en cambio sistémico.

Del aplazamiento al hábito cívico

Ahora bien, sabemos que la inercia y el sesgo del presente tienden a postergar lo importante. La psicología del comportamiento ofrece herramientas simples: Peter Gollwitzer describió las 'intenciones de implementación' (1999), fórmulas si-entonces que vinculan contexto y acción: si es martes a las 18:00, entonces asisto a la asamblea; si recibo el correo, entonces firmo y difundo. Además, los microcompromisos sostenidos crean identidad: quien dona diez minutos diarios se convierte en la persona que se presenta. Listas públicas de tareas, recordatorios compartidos y compañeros de responsabilidad transforman la voluntad en constancia. Así, el futuro deja de ser una promesa vaga y se vuelve una práctica diaria.

Prototipar el mañana con iteraciones pequeñas

Asimismo, podemos construir con métodos de diseño e iteración. En lugar de esperar la reforma perfecta, se prueban prototipos locales: un piloto de compostaje barrial, un mapa de rutas seguras, una guardia rotativa de cuidados. La lógica ágil y los sprints permiten aprender rápido y ajustar el rumbo. Jane Jacobs, en 'Muerte y vida de las grandes ciudades' (1961), mostró cómo intervenciones vecinales concretas regeneran la calle y el sentido de comunidad. Del mismo modo, el urbanismo táctico —pintar cruces peatonales temporales, ampliar veredas con mobiliario efímero— convierte la presencia en evidencia; y la evidencia, en política pública.

Educación y conciencia para sostener la acción

Para que la presencia sea duradera, necesita comprensión crítica. Paulo Freire, en 'Pedagogía del oprimido' (1970), propone el diálogo que convierte la experiencia en conciencia transformadora. El Saadawi unió clínica, escritura y organización —cofundó la Arab Women's Solidarity Association en 1982— para que saber y hacer no se separaran. Talleres de lectura, círculos de estudio y formación entre pares permiten que cada quien entienda por qué se presenta y cómo incidir. Así, el aprendizaje no adorna la acción: la orienta, la corrige y la protege de la cooptación.

Ampliar quién puede presentarse

Finalmente, no todos pueden llegar a la plaza o a la reunión: cuidados no remunerados, trabajos precarios o estatus migratorio limitan la presencia. Nancy Fraser, en su debate sobre redistribución y reconocimiento ('Justice Interruptus', 1997), recuerda que la justicia exige remover obstáculos materiales y simbólicos. Guarderías comunitarias, viáticos, horarios rotativos, accesibilidad y traducción no son extras: son infraestructura democrática. Experiencias como el presupuesto participativo de Porto Alegre (desde 1989) muestran que, cuando se diseñan canales inclusivos, más personas se presentan y el futuro resultante es más justo. En suma, construir mañana exige que hoy abramos puertas para que la presencia deje de ser privilegio y se vuelva derecho.