El valor de hacer lo correcto siempre
Creado el: 31 de agosto de 2025

Nunca debes tener miedo de lo que estás haciendo cuando es lo correcto. — Audre Lorde
La brújula de la rectitud
Partiendo de la afirmación de Audre Lorde, el acto justo funciona como una brújula que disipa la niebla del miedo. Cuando identificamos con claridad un principio —dignidad, justicia, verdad— el temor pierde su poder paralizante y se convierte en un dato más del camino, no en su dueño. Así, la frase no niega el miedo, sino que lo reubica: sentirlo es humano; obedecerlo, opcional.
Audre Lorde en su propio contexto
Con esa base, la vida de Lorde ilumina la consigna. Poeta, feminista negra y lesbiana, convirtió la vulnerabilidad en motor político. En su conferencia 'The Transformation of Silence into Language and Action' (1977) dejó una advertencia que dialoga con nuestra cita: 'Your silence will not protect you'. Es decir, callar por miedo no evita el daño; solo posterga la injusticia. Su obra muestra que nombrar y actuar es un modo de preservarse y, a la vez, de abrir grietas en el poder.
El miedo: señal, no frontera
Ahora bien, reconocer el miedo como señal permite leerlo con lucidez. La prudencia evalúa riesgos; la cobardía los absolutiza. El coraje, en cambio, es miedo bien administrado: respira, calibra, decide. Lorde impulsa ese pasaje de la emoción a la ética, recordándonos que actuar por convicción no elimina el temblor, pero sí lo subordina a un propósito. Así, lo correcto no espera a que pase el miedo; se ejerce a pesar de él.
Comunidad y respaldo compartido
Desde ahí, la dimensión colectiva refuerza el impulso individual. Las Madres de Plaza de Mayo, desde 1977, con pañuelos blancos y rondas persistentes, mostraron cómo el acompañamiento transforma el pavor en presencia pública. Su ejemplo revela que la valentía se contagia: al multiplicarse, lo correcto deja de ser un gesto aislado y se vuelve práctica social. Donde hay redes, el miedo se divide y la responsabilidad se comparte.
Diferencia, poder y la mirada de Lorde
En consecuencia, hacer lo correcto exige mirar quién queda fuera. En 'The Master’s Tools Will Never Dismantle the Master’s House' (1979), Lorde advierte que no se desarma la opresión usando sus mismas lógicas de exclusión. Reconocer diferencias —raza, género, clase, sexualidad— no es un adorno teórico, sino un criterio ético: si una acción ignora a quienes más arriesgan, difícilmente sea justa. Por eso, la convicción ética se prueba en los márgenes, no en el centro.
Cómo discernir lo correcto en la práctica
Así, la brújula se afina con preguntas concretas: a quién beneficia, a quién perjudica, qué evidencia respalda, qué alternativas existen y si podría explicar mi decisión a quienes afectará sin ocultar nada. Además, la transparencia sobre costos y límites evita que el idealismo se vuelva ciego. Cuando las respuestas convergen en dignidad y cuidado, la acción gana legitimidad; y con legitimidad, el miedo pierde autoridad.
Cuidado, perseverancia y política del cuerpo
Por último, Lorde recordó que el coraje necesita sostén. En 'A Burst of Light' (1988) escribió: 'Cuidarme a mí misma no es autoindulgencia; es autoconservación, y eso es un acto de guerra política'. El cuidado permite seguir actuando mañana sin quemarse hoy. Así, no se trata de heroicidades fugaces, sino de persistencia: una ética que convierte el temor en disciplina, y la razón justa en hábito transformador.