Liderar desde la escucha y la serenidad
Creado el: 29 de septiembre de 2025

Escucha primero, luego lidera; la mayoría de las orientaciones verdaderas nacen de una comprensión serena — Leymah Gbowee
El giro esencial del liderazgo
Para empezar, la frase de Leymah Gbowee invierte una intuición común: no se guía para comprender, se comprende para guiar. Escuchar primero no es pasividad, sino una forma de presencia activa que ordena el ruido y revela lo que realmente importa. De esa pausa atenta nace la orientación que otros reconocen como verdadera, porque responde a necesidades concretas y no a impulsos del ego. Así, el liderazgo se ancla en la realidad, no en la urgencia.
La serenidad como herramienta cognitiva
Luego, la serenidad actúa como filtro cognitivo. Al calmar la reactividad, abrimos espacio a un juicio más lento y preciso, evitando decisiones que solo alivian la ansiedad del momento. Daniel Kahneman, en Thinking, Fast and Slow (2011), distingue entre el pensamiento rápido y el deliberado; la comprensión serena prioriza este segundo sistema, permitiendo ver causas, no solo síntomas. Por ese cauce, la escucha deja de ser trámite y se vuelve método para descubrir patrones y prioridades.
Lecciones de Gbowee en Liberia
A continuación, la propia trayectoria de Gbowee demuestra el principio en acción. En Mighty Be Our Powers (2011), relata cómo el movimiento Women of Liberia Mass Action for Peace (2002–2003) surgió de oír a vendedoras, madres y desplazados antes de redactar demandas. Aquellas vigilias y sentadas en Monrovia, y la presión no violenta en Accra (2003), se apoyaron en un mapa de dolores y esperanzas construido con paciencia. Su liderazgo no impuso un guion: destiló, con serenidad, la voz plural en una brújula común.
Ecos históricos de la escucha colectiva
Además, diversas tradiciones han institucionalizado esta lógica. Las reuniones cuáqueras para asuntos buscan el sentido del grupo mediante silencios activos y turnos respetuosos (práctica documentada desde el siglo XVII). De forma afín, los círculos de palabra indígenas priorizan la escucha simétrica antes de decidir. Incluso Nelson Mandela describió en Long Walk to Freedom (1994) cómo los jefes thembu hablaban al final, tras oír a todos, liderando desde atrás como un pastor. En todos los casos, la serenidad es el mecanismo que legitima la guía.
Evidencia organizacional contemporánea
Por otra parte, la investigación moderna respalda este enfoque. Amy Edmondson (1999) mostró que la seguridad psicológica, fruto de escuchar sin castigo, eleva el aprendizaje y el desempeño. En la misma línea, el Project Aristotle de Google (2015) identificó esa seguridad como factor clave de equipos efectivos. Escuchar primero estructura ese clima: clarifica expectativas, reduce malentendidos y habilita la correción temprana de errores. Así, la comprensión serena deja de ser virtud abstracta y se convierte en ventaja operativa.
Prácticas para orientar sin ruido
Finalmente, traducir la máxima a hábitos es posible. Comienza con una ronda breve donde todos nombran problemas y señales tempranas; sintetiza por temas antes de opinar; pregunta qué evidencia faltaría para cambiar el rumbo; y solo entonces ofrece dirección provisional con criterios claros. Stephen R. Covey lo resume como buscar comprender antes de ser comprendido (1989). De esta secuencia emerge una orientación que otros siguen no por obediencia, sino por reconocimiento: es la guía que nació de su propia voz, tamizada por serenidad.