En conclusión, la tesis de Dante sigue vigente: la belleza sigue siendo hoy detonante de movimientos sociales, creativos y personales. Las obras de arte, la naturaleza y los gestos humanos hermosos nos sacan del letargo y nos impulsan a intervenir activamente en el mundo. Así, el despertar del alma a través de la belleza no es solo un acto individual, sino un legado compartido en la historia de la humanidad. [...]