En última instancia, Keats propone un equilibrio vital: abrazar lo incierto sin parálisis, pero también actuar con creatividad para moldear el caos en algo significativo. Esta actitud, que conjuga humildad y coraje, sigue vigente en un mundo marcado por el cambio acelerado. Al aceptar la ambigüedad y comprometernos a ordenar nuestro entorno, ejercemos nuestra humanidad en su máxima expresión. [...]