Finalmente, al ser una roca para los soñadores, fortalecemos no solo a individuos, sino a comunidades enteras. Cuando cultivamos entornos de apoyo, el optimismo y la innovación florecen, generando cambios positivos a gran escala. Así, el consejo de Akita trasciende la relación personal y se convierte en un llamado a edificar sociedades más solidarias y receptivas a la imaginación y al progreso. [...]