Finalmente, la esencia del mensaje de Lovelace puede practicarse a pequeña escala. Formular hipótesis en un cuaderno, diseñar experimentos de una tarde, construir prototipos de baja fidelidad y definir métricas de éxito convierten preguntas en avances tangibles. Al cerrar cada ciclo con aprendizaje explícito, la curiosidad gana tracción y se vuelve método. Así, como en 1843, la imaginación deja de ser un destello y se transforma en código, dispositivo o proceso: una invención nacida de actuar. [...]