#Excelencia artística

Haz buen arte: brújula para la creación

Por último, sostener el impulso requiere rituales simples. Julia Cameron propone “páginas matutinas” en The Artist’s Way (1992) para despejar ruido y destrabar ideas. Técnicas como Pomodoro (Francesco Cirillo, c. 1987) convierten horas difusas en bloques de atención. Y una tríada operativa —aparece, termina, comparte— mantiene el flujo. Así, el lema de Gaiman deja de ser inspiración aislada y se vuelve práctica cotidiana. Día tras día, con límites, ética, oficio y comunidad, hacemos lo que vinimos a hacer: buen arte. [...]

La excelencia artística: una búsqueda sin final

Volviendo al punto de partida, entendemos que la excelencia no solo beneficia al artista, sino que también deja un legado para la sociedad y la cultura. Obras maestras a menudo nacen de una tenaz insistencia en pulir detalles y cuestionar resultados, tal como hace Allende en sus novelas. Así, la búsqueda inagotable de la excelencia se convierte en un acto de generosidad, invitando a otros a soñar y aspirar a lo mejor de sí mismos. [...]