Conectando todos estos elementos, el pensamiento de Flaubert permanece vigente en la actualidad, donde la cultura de la inmediatez valora el resultado sin reconocer el proceso. Su enseñanza nos recuerda que la genialidad es, fundamentalmente, una labor paciente y voluntariosa, alimentada por la observación persistente. Así, tanto en la literatura como en otras disciplinas, la disciplina y el empeño suponen el verdadero germen de la originalidad. [...]