Finalmente, internalizar la lección de Tagore nos lleva a adoptar una visión optimista ante la dificultad. Tal actitud, en vez de evitar el reto, lo acoge como parte imprescindible del viaje hacia la realización. Así, enfrentando obstáculos con curiosidad y determinación, se abren las puertas al descubrimiento, permitiendo que cada tropiezo se transforme en un paso hacia adelante. [...]