Finalmente, resignificar la perfección a través de la fragilidad influye en nuestra noción de éxito y plenitud. Historias como la de Frida Kahlo, quien transformó su dolor físico y emocional en arte universal, nos inspiran a valorar la autenticidad por encima de la impecabilidad. Así, abrazar nuestra fragilidad es un acto de valentía que nos libera de expectativas irreales y nos permite vivir con mayor gratitud y sentido de propósito. [...]