Dickinson conocía el vaivén entre quiebre y continuidad. “After great pain, a formal feeling comes” (c. 1862) describe la rigidez que sigue al golpe; “We grow accustomed to the Dark” (c. 1862) muestra cómo el ojo aprende en penumbra con pasos breves. Pasar página, entonces, respeta ese compás: primero se aquieta, luego tantea y finalmente avanza. Al aceptar que la oscuridad es transitoria y que la sensibilidad se ajusta, la “tinta nueva” deja de ser promesa abstracta y se vuelve práctica diaria de movimiento. [...]