Una luz perdura cuando muchos la alimentan. Etienne Wenger (1998) mostró que las “comunidades de práctica” convierten el aprendizaje individual en capacidad colectiva. Proyectos abiertos como Wikipedia (2001) ejemplifican cómo una idea simple—conocimiento libre—se sostiene con normas, revisión y cuidado mutuo. En ese marco, avivar no es dominar la llama, sino custodiarla juntos: abrir espacios de contribución, reconocer aportes y corregir desvíos. El resultado es una luz más estable y justa, porque nadie queda a oscuras por falta de voz. Así, volvemos a Tagore: la chispa inicial encuentra su plenitud cuando ilumina sin excluir y cuando su calor inspira a otros a encender nuevas luces. [...]