Conectando todas estas ideas, el mensaje de Trungpa cobra todo su sentido: el esfuerzo diario por armonizar corazón y mente es la fuente de una fuerza profunda y auténtica. Este poder se manifiesta en la resiliencia ante la adversidad, en la compasión equilibrada y en la capacidad de actuar con integridad. Así, el equilibrio se convierte en una práctica constante, que lejos de ser pasiva, implica una voluntad activa de integrar todos los aspectos del ser: pensar, sentir y actuar en sintonía. [...]