Finalmente, la visión jungiana implica no solo una responsabilidad individual, sino también una dimensión colectiva. La sociedad puede facilitar, o sofocar, el desarrollo del genio proporcionando herramientas y espacio a la diversidad de talentos. Como ilustra Carl Jung en muchos de sus escritos, el autodescubrimiento y la integración de la experiencia social son esenciales en el surgimiento de la verdadera genialidad: la llama que se forja, y no que simplemente arde desde el nacimiento. [...]