Finalmente, saber cuándo callar no solo es cuestión de prudencia personal, sino también de respecto hacia los demás. Escuchar más y hablar menos puede abrir espacios de diálogo más profundos y evitar conflictos innecesarios. Como Catón el Viejo nos recuerda, el silencio bien empleado puede ser una poderosa herramienta para la convivencia y el respeto mutuo. [...]