Por último, aceptar la necesidad de variedad no implica superficialidad, sino una búsqueda consciente de plenitud emocional. Integrar, como propone Flaubert, diferentes experiencias, relaciones y pasiones permite cultivar un corazón resiliente y vibrante. Este enfoque invita a repensar el amor y la vida como una mesa siempre abierta a nuevos sabores, capaz de nutrirnos en cuerpo y alma. [...]