Finalmente, Maurois nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad individual en este proceso contagioso. Así como el éxito y el valor se difunden y refuerzan, podemos deliberadamente elegir qué tipo de energía transmitir. Así, fomentar el valor sobre la desesperación y celebrar los pequeños logros puede crear círculos virtuosos que beneficien no solo al individuo, sino a toda la comunidad. [...]