Finalmente, Fuller nos invita, mediante su observación, a cultivar la reflexión antes de hablar. El silencio es signo de respeto hacia los demás y de valoración de la propia palabra. Como subraya Lao Tse en el 'Tao Te Ching', el sabio habla poco porque entiende el poder del silencio y la importancia de la introspección. Así, el auténtico juicio se construye en la calma y se pronuncia con discreción. [...]