Finalmente, el deseo de larga vida no es una cifra biológica, sino una ética: conservar los lazos, cuidar lo que nos cuida, sostener la paciencia del reencuentro. En el cierre de Su Shi, la belleza común garantiza continuidad afectiva. Así, la luna no solo ilumina; educa: enseña a esperar sin desistir y a vivir de manera que, cuando la rueda del tiempo nos junte, sigamos reconociéndonos bajo su luz. [...]