Finalmente, lograr hacer lo que uno quiere no significa vivir sin responsabilidades, sino encontrar un equilibrio entre deber y deseo. Personas que han logrado integrar sus pasiones y obligaciones demuestran que el éxito, como lo entiende Dylan, surge cuando nuestras acciones reflejan nuestros valores. Así, cada jornada vivida con propósito contribuye a un sentido de éxito más duradero y satisfactorio. [...]