Por último, para llevar ese mañana en el bolsillo, conviene diseñar el entorno. BJ Fogg propone en "Tiny Habits" (2019) anclar microacciones a señales existentes: después de preparar el café, escribiré una línea del diario. Las "intenciones de implementación" de Peter Gollwitzer (1999) refuerzan con fórmulas si-entonces, y la regla de los dos minutos de David Allen (2001) y popularizada por James Clear facilita empezar: reducir la acción a su mínima versión. De este modo, la fidelidad deja de depender de la voluntad heroica y se vuelve parte del paisaje diario. [...]