La verdad sin cuidado puede astillar; la compasión la suaviza sin traicionarla. Aristóteles, en la Ética a Nicómaco, describe la virtud como un justo medio: franqueza sin brutalidad, prudencia sin cobardía. En la práctica, la empatía no diluye los hechos; los hace decibles y escuchables. Como muestra Brené Brown en Daring Greatly (2012), la vulnerabilidad combinada con límites claros promueve cambios sostenibles. Así, la dureza de la verdad y la calidez del trato trabajan juntas: el cincel define, la lija pule, y entre ambos aparece una libertad que no hiere para existir. [...]