Para cerrar este círculo, la invitación de Shakespeare es a abrazar la flexibilidad y la aceptación. Adoptar una actitud de presencia y apertura, como proponen prácticas contemporáneas de mindfulness, permite experimentar la vida tal cual es, reduciendo así la brecha entre expectativa y realidad. De este modo, reconocer la raíz del sufrimiento en nuestras propias expectativas es el primer paso hacia una existencia más serena y auténtica. [...]