Oliver también defendió la pertenencia frente al aislamiento: “No tienes que ser buena...” comienza Wild Geese (1986), invitando a regresar al mundo común. Contar el sueño crea responsabilidad y abre redes de apoyo, porque la voz que narra se enlaza con otras manos y miradas.
Finalmente, trazar con firmeza y sinceridad es un acto cívico: mejora algo más que la biografía. Cuando el trabajo honesto se hace visible, otros pueden aprender la ruta, corregirla y ampliarla. Así, el sueño individual se vuelve camino compartido. [...]