En conclusión, este proverbio aún resuena en la era digital, donde la facilidad para hacer muchos 'amigos' virtuales no necesariamente reduce el impacto negativo de un solo conflicto. Las redes sociales y el entorno laboral nos recuerdan que, pese a contar con muchas conexiones, basta un antagonista para alterar nuestro bienestar. Por ello, fomentar relaciones genuinas y manejar con inteligencia las diferencias se mantiene como una de las mayores fortalezas en la vida moderna. [...]