En última instancia, la metáfora de los “centauros” resume el paradigma. Tras Deep Blue, Garry Kasparov impulsó el ajedrez avanzado: humanos más motores superaban a motores solos cuando la colaboración y el proceso eran sólidos. La pericia en orquestar la cooperación, más que la fuerza bruta, marcaba la diferencia.
Llevado a empresas y servicios públicos, esto sugiere diseñar equipos híbridos donde la IA proponga, el humano disponga y ambos aprendan del ciclo. Cuando la arquitectura del trabajo favorece esa sinergia, la promesa de Pichai deja de ser consigna y se vuelve práctica cotidiana. [...]