Finalmente, el tapiz de la vida requiere atención constante. Si algún hilo se debilita o rompe, corresponde a todos trabajar en su reparación. Como Morrison sugiere, el cuidado mutuo, la empatía y la memoria compartida son esenciales para conservar la riqueza y la continuidad de nuestra historia colectiva. Solo así el tapiz revelará su verdadero esplendor, mostrando que, efectivamente, cada hilo importa. [...]