Finalmente, lo extraordinario se consolida con revisión. Un cierre diario de tres preguntas —¿qué tuvo sentido?, ¿qué aprendí?, ¿qué ajustaré mañana?— integra experiencia y propósito. El método Bullet Journal de Ryder Carroll (2013) popularizó este registro ágil, que convierte la vida en un sistema de aprendizaje continuo. Así, al editar nuestras jornadas con intención y retroalimentación, cumplimos la promesa del epígrafe: la rutina no se rompe, se reescribe, y en ese trazo consciente emerge lo extraordinario. [...]