Finalmente, mostrar la bondad no debe devenir exhibicionismo. La visibilidad ética pide consentimiento, protección de la dignidad y honestidad sobre límites y aprendizajes. Un principio útil es “no hacer daño” al narrar: evitar imágenes que cosifiquen, compartir historias con permiso y centrar la agencia de quienes reciben apoyo. Cuando la obra es visible de este modo, inspira sin instrumentalizar y convierte el afecto en una fuerza cívica confiable. [...]