Finalmente, Faulkner propone que antes de juzgar el mundo, debemos aprender a mirar en profundidad lo cercano. Solo así se cultiva la empatía y la agudeza necesaria para entender la complejidad humana. Ya sea en Misisipi o en cualquier rincón del planeta, es este ejercicio de observación y comprensión lo que nos permite apreciar la riqueza y pluralidad del mundo. [...]