Por último, crear mapas implica audacia con humildad. La aviación enseñó el valor de márgenes de seguridad y listas de verificación para reducir errores humanos (Atul Gawande, 2009). Trasladado a tu proyecto, significa anticipar fallas, practicar abortos de misión a tiempo y documentar por qué cambiaste de ruta. Además, hay una dimensión ética: no cartografiar sobre la espalda de otros sin reconocimiento y compartir hallazgos cuando sea posible. Un mapa propio no es un dogma, sino una hipótesis en movimiento; cuanto mejor la sometes a evidencia, más confiable se vuelve para ti y más útil resulta para quienes seguirán tus pasos. [...]